3.
El exigente
Este puede ser un estilo de liderazgo muy frustrante. Cuando estás de buenas puedes ser encantador, entusiasta, inspirador, creativo, lleno de halagos, y con la mejor intención de lograr un equipo exitoso.Pero igual de fácil cambias de estado de ánimo y te vuelves hiper crítico de los errores, incluso sarcástico, aunque tu equipo piense que hizo las cosas según tu guía. Siempre hay algo que pudo salir mejor, o más rápido, o más barato, y el equipo nunca sabe dónde está parado, ni siente que llegó a la meta. No conocen cómo se ve el éxito. Aunque es importante que el líder apoye a su gente para lograr la excelencia, y que no se duerman en sus laureles, es importante darles una guía alcanzable que les permita sentirse orgullosos de alcanzar el éxito, apoyándolos en el proceso.